viernes, 21 de octubre de 2011

La ruedecitas de la bici

Volviendo la vista atrás recuerdo esos días oscuros, llenos de dolor y de la desesperación que sólo una noticia inesperada puede conseguir. Días de sueños rotos e ilusiones tiradas a la basura, de años y días perdidos por sonrisas y abrazos llenos de cinismo. ¿Cómo había podía sentirme así? Pues porque la verdad duele.
Y en medio de ese dolor apareciste tú, con esa sonrisa maravillosa con esas palabras de apoyo y me hiciste la verdad un poco menos dolorosa, tus días estaban rodeados de luz, de felicidad por ese brillo que tus ojos desprendían, no podías negarlo, eras realmente feliz.
 Desprendías vitalidad y optimismo por cada poro de tu piel por algo te apodé "nubecilla" y aun así, encontraste el momento para mi, las palabras de apoyo y esos momentos de risas y confidencias, de consejos, consejos para alguien tan cabezona como yo, que en su momento no entendía pero con el tiempo me he ido dando cuenta de tu gran verdad, de las palabras sabias que te han dado tantos años de experiencias negativas y positivas y de esas noches de lectura leyendo "La sombra del viento" navegando por esas hojas y recordando frases como "Pocas cosas engañan más que los recuerdos" "Estamos dispuestos a creer cualquier cosa menos la verdad" o "Si me hubiera parado a pensarlo, hubiera comprendido que mi devoción por Clara no era más que una fuente de sufrimiento. Quizá por eso la adoraba más, por esa estupidez eterna de perseguir a los que nos hacen daño". Cuánta razón en esa frases.
Aún recuerdo ese abrigo rojo, ese perfume, ese brillo de labios y tu cara perfectamente maquillada preparada para una noche más en tu maravillosa vida, para un día lleno de dulces recuerdos....
Y ahí estabas, a mi lado intentando levantarme y animarme brindándome tu apoyo y tu incondicional ayuda que solo 20 años de amistad pueden conseguir. A pesar de todo me sentí feliz, por ti, por mi....
También recuerdo nuestro proyecto de ir a vivir la vida por fin, las tardes de verano escuchando "La petita rambla de poble sec" intentando cambiar un poco nuestra monótona vida.
Y por todas esas cosas te quiero como una hermana, por todas esas cosas doy gracias por tenerte a mi lado y hoy me toca a mi, hoy me toca a mi mostrarte lo que tu me enseñaste tiempo atrás. Hoy me toca a mi ser tus ruedecitas de la bici como lo fuiste tu anteriormente para mi.
Aún nos queda mucho camino por recorrer, penas que pasar, pero también muchas alegrías y pase lo que pase recorreremos el camino juntas porque las penas como las alegrías en compañía se disfrutan mejor. Espero que me dejes caminar a tu lado como yo te dejaré caminar al mío.
Te quiero amiga 

2 comentarios:

  1. Joooo... que me harás llorar, que ya sabes que estoy sensible...
    Y mira que me has hecho sonreír veces leyendo esta entrada... "Si me hubiera parado a pensarlo, hubiera comprendido que mi devoción por Clara no era más que una fuente de sufrimiento. Quizá por eso la adoraba más, por esa estupidez eterna de perseguir a los que nos hacen daño".
    "ambién recuerdo nuestro proyecto de ir a vivir la vida por fin, las tardes de verano escuchando "La petita rambla de poble sec" intentando cambiar un poco nuestra monótona vida"
    Qué decirte!? Qué muchas gracias por estar ahí, ya sabes que ahora lo necesito más que nunca, pues las cuerdas que me cogían por los brazos para hacerme volar son las que ahora me quieren ahogar.
    Me he sentido huérfana de mejor amiga, pero hoy siento que estás de nuevo aquí.
    Gracias. Eres la mejor, de verdad :)

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  2. De nada! Para eso estamos, para hacerte sonreír y para secarte las lágrimas cuando sea necesario llorar, sigue así que tú también eres la mejor.
    Recuerda siempre que eres importante para alguien.
    Besoss

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