viernes, 30 de diciembre de 2011

El tren de la vida

La vida no es más que un viaje en tren, repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos casos y de profundas tristezas en otros. Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas, las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje (nuestros padres).
Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.
No obstante, esto no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.
De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo. Otros encontrarán solamente tristeza en el viaje. Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite. Muchos al bajar, dejarán una añoranza permanente. Otros pasarán desapercibidos, que ni siquiera nos daremos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos. Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento. No importa; el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas… Pero nunca habrá regresos.
Entonces hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo mejor de ellos. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos. Nosotros también titubearemos y habrá alguien que nos comprenda.
El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos y mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.
Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia… creo que sí.
Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.
Amigo mío, hagamos que nuestra estancia en este tren sea tranquila y que haya valido la pena.
Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que permanezcan en el viaje.
A tí, que eres parte de mi tren, te deseo un… ¡¡¡Feliz viaje!!!.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Lección samurái

Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.
     Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
     El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama.
     Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.
     Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados.. Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
     - Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
     - ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿ Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?
     - Si alguien se acerca a tí con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quien pertenece el regalo? preguntó el samurai.
     - A quien intentó entregarlo - respondió uno de los discípulos.
     - Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos - dijo el maestro. - Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.




lunes, 26 de diciembre de 2011

Ausencia de Dios

Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía. 

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala,
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.



Mario benedetti


Uno de mis poetas favoritos junto con José Angel Buesa 



7 palabras mágicas

MUÉVETE
Mueve tu casa, tu cama, tu cuerpo.
Camina, sal por las montañas, sal de la rutina del trabajo, las relaciones y los patrones de vida.
Cambia tu perspectiva.
Acércate a aquellas personas con las que puedas ser auténtico y nutran tus sueños más locos.
No necesitas mover montañas, trasladar una pequeña piedra puede hacer maravillas.
TOCA
Toca las partes que amas de tu cuerpo.
Da abrazos en la panadería, en el parque, en las puertas de toda la ciudad.
Besa a la gente en la mejilla.
Acaricia a tu gato o tu perro un poco más.
Saborea la sensación de un pañuelo de seda, de una pieza de madera, de las diferentes texturas.
El musgo, las cortezas, las rocas y el agua.
Mientras más lo hagas te sentirás más a gusto con el placer de tocar.
ESCUCHA
Siéntate en silencio y observa cuanto hay allí para ser escuchado.
Escucha a la gente, lo que realmente están diciendo.
Escucha hasta la última nota de cada canción.
Escucha tu voz interna, esa que solo escuchas cuando la confusión de cada día disminuye.
Oye el susurro de las hojas, el llamado de las ranas, el crujido de la madera ardiendo en tu chimenea.
Escucha con tu corazón y siempre escucha aquello que nunca es hablado.
SIENTE
El dolor, experimenta el gozo, hasta que sientas que vas a evaporarte.
Permítete reír hasta que te duela, siente el amor desde lo más profundo de tu corazón.
Ríndete a la sensualidad de la vida.
Enójate y expresa tu furia, si es el caso, pero hazlo a solas.
Si no sientes de verdad, no estás vivo.
CONFÍA
Tu sabes lo que necesitas saber.
Detén tus dudas.
Aquella cosquilla interna es tu más alta verdad y ella te servirá del mejor modo.
Te arrepientes cuando desconoces o niegas tu intuición.
Ten esto en cuenta: Finalmente, tú y sólo tú sabes lo que es mejor para ti.
Si consumes, sin darte cuenta, todo tu día pintando, eso es lo que debes hacer.
Si te encanta caminar al lado del océano, encuentra la forma de llegar allí.
Si no confías completamente en ti, te conviertes en moho.
REÚNETE
Con los hombres y mujeres que amas.
Toma el té acompañado, camina en compañía por el parque, conversa y habla, lee en voz alta para otros. Celebra que tu cabello, tu piel, tu cuerpo y tus historias son diferentes a las de los otros y a su vez son completamente parecidas.
Cocina y come en compañía.
RECIBE
Por una vez, deja de dar y dar y dar a todos menos a ti mismo.
Acepta los cumplidos con gracia.
La voz que necesitas oír, el abrazo, ese momento para conversar, la comida en tu mesa, el dinero que necesitas, siempre serán suministrados.
Ábrete a recibir, abre tus manos para que sean llenadas con abundancia.
Recibe todas las cosas buenas que mereces y recuerda mostrar gratitud por tu
vida.

Haz como el sol

No te aferres al pasado 
ni a los recuerdos tristes. 
No abras la herida que ya cicatrizó. 
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos. 

Lo que pasó, pasó... 

De ahora en adelante, 
pon tus fuerzas en construir una vida nueva, 
orientada hacia lo alto, y camina de frente, 
sin mirar atrás. 

Haz como el sol que nace cada día, 
sin pensar en la noche que pasó. 

Vamos, levántate... 
porque la luz del sol está afuera!



Autor desconocido


domingo, 25 de diciembre de 2011

La escalera

Imagina que estás frente a una gran escalera...está junto a ti esa persona que es importante para ti..(novio/a, esposo/a, amigo/a etc)...y están fuertemente tomados de la mano... Mientras están en el mismo nivel... todo está perfecto... es disfrutable. Pero de pronto... tu subes un escalón... pero esa persona no... esa persona prefiere mantenerse en el nivel inicial... ok... no hay problema... es fácil aun así estar tomados de las manos... Pero tu subes un escalón mas... y esa persona se niega a hacerlo... ya las manos han empezado a estirarse y ya no es tan cómodo como al principio... subes un escalón mas... y ya el tirón es fuerte... ya no es disfrutable y empiezas a sentir que te frena en tu avance... pero tú quieres que esa persona suba contigo para no perderla... Desafortunadamente para esa persona no ha llegado el momento de subir de nivel... así que se mantiene en su posición inicial... subes un escalón mas... y ya ahí si es muy difícil mantenerte unido... te duele... y mucho... luchas entre tu deseo de que esa persona suba... de no perderla... pero tu ya no puedes ni quieres bajar de nivel....
En un nuevo movimiento hacia arriba.... viene lo inevitable... y se sueltan de las manos... puedes quedarte ahí y llorar y patalear tratando de convencerle de que te siga.. que te acompañe... puedes incluso ir contra todo tu ser y tu mismo/a bajar de nivel con tal de no perderle... pero después de esa ruptura en el lazo... ya nada es igual.... así que por mas doloroso y difícil que sea... entiendes que no puedes hacer mas... mas que seguir avanzando... y esperar que algún día...vuelvan a estar al mismo nivel. Eso pasa cuando inicias tu camino de crecimiento interior... en ese proceso.. en ese avance pierdes muchas cosas: pareja.. amigos.. trabajos.. pertenencias.. .todo lo que ya no coincide con quien te estás convirtiendo ni puede estar en el nivel al que estas accediendo... Puedes pelearte con la vida entera... pero el proceso así es. El crecimiento personal es eso... personal... individual... no en grupo... puede ser que después de un tiempo esa persona decida emprender su propio camino y te alcance o suba incluso mucho mas que tu... pero es importante que estés consciente de que no se puede forzar nada en esta vida.
Llega un momento... en tu escalera hacia convertirte en una mejor persona... en que puedes quedarte solo/a un tiempo... y duele... claro que duele... y mucho... pero luego, conforme vas avanzando... te vas encontrando en esos niveles con personas mucho mas afines a ti... personas que gracias a su propio proceso... están en el mismo nivel que tu y que si tu sigues avanzando... ellos también... En esos niveles de avance ya no hay dolor... ni apego... ni sufrimiento... hay amor... comprensión .. respeto absoluto...
 Así es nuestra vida amigos/as... una infinita escalera... donde estarás con las personas que estén en el mismo nivel que tu... y si alguien cambia... la estructura se acomoda. Me costó mucho soltarme... aun después de una fuerte ruptura seguía viendo para atrás.... esperando un milagro... y el milagro apareció... pero no de la manera en que yo hubiera supuesto... apareció bajo otros nombres... otros cuerpos... otras actividades.... perdí a una amiga... y gané a 20 mas... perdí un mal trabajo y ahora tengo un excelente trabajo y con oportunidades de tener mas de lo que soñé alguna vez.... perdí un auto que no me gustaba y ahora manejo el auto de mis sueños... perdí a un hombre al que creí amar... para darme cuenta que ahora lo que tengo en este momento de mi vida... ni siquiera podía soñarlo hace unos cuantos meses....
Cada pérdida... cada cosa que sale... es porque así tiene que ser... dejales ir... y prepárate para todo lo bueno que viene a tu vida... tu sigue avanzando y confía... porque esta escalera es mágica y si no me crees... porque no lo compruebas por ti mismo?

Hace mucho tiempo que publiqué esta entrada en otro blog, y hoy después de mucho tiempo, debido a las circunstancias y al punto en el que me encuentro recordé esta historia tan cierta... Es hora de soltar y subir otro escalón :)



sábado, 24 de diciembre de 2011

La tecla E

Aunqu? ?sta máquina d? ?scribir ?s un mod?lo muy vi?jo, trabaja muy bi?n, a ?xc?pción d? una t?cla. Podría p?nsars? qu? con todas las d?más funcionando muy bi?n no s? notaría una t?cla qu? fallara, p?ro una t?cla qu? falla arruina todo ?l ?sfu?rzo.
Tu podrías d?cirt?: bu?no, solo soy un jov?n, nadi? notará qu? yo no m? ?sfu?rzo.
P?ro si s? nota la dif?r?ncia, porqu? basta una sola p?rsona qu? no asuma su pap?l para qu? la cosa no vaya a d?lant?.
D? modo qu? la próxima v?z qu? pi?ns?s qu? no ?r?s important?, acu?rdat? d? ?sta vi?ja máquina d? ?scribir y vu?lv? a d?cirt? a ti mismo: ¡¡soy una p?rsona clav? con la qu? cu?nta mucha g?nt? para qu? pu?dan r?alizars? un montón d? proy?ctos!
Desconozco el autor


El viento

Sopló el viento, feroz, toda la noche. Desde la casa oíamos su clamoreo entre los pinos. Parecía que el aire se quejaba por ser nada más aire, y no agua o piedra. Golpeaba los maderos de la puerta; sacudía los postigos de la ventana con manos de ladrón.
Mi sueño fue intranquilo. Cuando por fin la sombra se hizo día siguió siendo de noche en esa frágil casa que soy yo. Salí a mirar los árboles, los viejos árboles del huerto. Pensé que los hallaría abatidos por el ventarrón. No fue así: la violencia del aire les quebró nada más las ramas secas. Fue el viento igual que sabio jardinero que los podó y les quitó su peso inútil.
Así sucede, creo, con los vientos de soledad y de dolor. Nada le harán al hombre si su raíz es firme. Le llevarán sus vanidades, sí, pero las ramas fuertes quedarán, y otra vez darán fruto. Esa es la lección del viento, de ese viento que siempre llega y que siempre, también, después se va. 


viernes, 23 de diciembre de 2011

No permito que otro...

No permito que otro, dirija mi vida; porque mi vida es mía y porque asumo las consecuencias de mis decisiones al admitir, mi propia RESPONSABILIDAD.

No permito que otro, invada mi espacio vital;
porque reivindico el espacio que me ha otorgado la naturaleza por ser NATURAL.

No permito que otro, contamine el aire que respiro;
porque éste es alimento de mi cuerpo, es lo que me hace VITAL.

No permito que otro, limite la calidad de mis sentimientos;
porque éstos son fruto de mi alma, y estoy dedicando esta vida a crear un alma fuerte y equilibrada, partiendo desde mi propia VOLUNTAD.

No permito que otro, me esclavice con argumentos de un aparente amor; porque mi amor es libre y porque elijo con quien compartir mi INTIMIDAD.

No permito que otro, inculque pensamientos que yo no quiero; porque  aunque mis oí­dos oigan, mi inteligencia filtra y mi ser interior elige, día a día, lo mejor para mi evolución; es la VERDAD.

No permito que otro, limite la profundidad de mis pensamientos; porque son míos y no tengo porque ser igual a los demás. Simplemente he nacido con el poder de la  CREATIVIDAD.

No permito que otro, limite el vuelo de mi espíritu; porque simplemente he decidido ser  UNIVERSAL.

No permito que otro, robe mis ilusiones; porque éstas son alimento de mi espíritu y esencia de la  LIBERTAD.

Desconozco el autor

martes, 20 de diciembre de 2011


A veces, sólo a veces, pareciera que alguien levantara la mirilla y observara tus anhelos,
y supiera de tu confusión, de tu desesperanza.
 Creemos que nuestra desazón es única, porque en esa deriva que nos encontramos,
 magnificamos los sentimientos.
 Entonces un pequeño detalle, como un cuento, un relato, te abre los ojos y te hace ver que las emociones,
 las alegrías y las tristezas, son universales,
 que siempre otro experimento lo que tú, y que aún así la humanidad continúa,
 y eso te hace sentir más humano, menos sólo.
 La alegría compartida es más alegría y la pena compartida es menos pena, ...... 
aunque sólo sea en el momento de leer el relato...



El manantial

En un lejano reino en donde los mares del Sur se cruzan con los del Norte, vivía una mujer de culta y refinada sensibilidad que sentía un intenso y lúcido deseo de entregar su corazón al hombre de sus sueños.
Iris, que es así como se llamaba, quería vivir, de manera cálida y entrañable, el amor con mayúsculas, un amor que había sentido en cortas ráfagas de luz aparecidas en los abrazos de sus anteriores amores.
Iris se había enamorado en muchas ocasiones a lo largo de su vida y, más o menos, cada cuatro años, cuando su amor llegaba a un punto de inflexión, algo sucedía, o bien aparecía una tercera persona que inquietaba su corazón, o bien sentía una apatía y desmotivación que como sutil virus desvitalizaba el sentido de su relación.
Iris, a continuación, entre ansiedad y culpa, enfrentaba una dolorosa pérdida del mundo que había construido entre besos y sueños de primavera que ahora, inevitable se desmoronaba.
Pero pasado un tiempo, Iris se remontaba de sus dolores y huellas de dolor y aprovechando una ocasión en la que los ángeles la rozaban con su ala, conocía de nuevo la pasión y más tarde el amor que ella llegaba a creer que representaba el alma definitiva con la que compartir las risas y lágrimas. Iris soñaba en alcanzar el día en el que poder acercarse al umbral de la muerte unida en comunión total con su pareja.

Aquella tarde, Iris se encontraba apesadumbrada... había pasado muy poco tiempo desde la última separación y ya sentía deseos de volver a surcar las aguas de vida que su alma necesitaba... sin embargo, algo en su interior no cesaba de decirle que tenía previamente que cambiar, y que debía incorporar un mayor conocimiento de sí misma, antes de entrar en la nueva mayor profundidad de una nueva etapa.
Sin embargo ¿qué podría hacer? Se preguntaba, ¿a quién podría recurrir? En realidad, se sentía harta de consejos de amigos y manuales con recetas. ¿Qué podría hacer...? se repetía y repetía contemplando las hojas de otoño que se alejaban. Poco a poco, y mientras su corazón reverberaba en esta desesperada invocación de respuesta, se fue quedando medio dormida, cuando de pronto, un extraño aroma de rosas acompañado de un sentimiento de paz profunda, muy profunda... inundó su alma. Al instante, se abrió ante sus ojos internos una escena que despertó toda la atención de su conciencia...
Se trataba de una mujer en algún aspecto similar a ella, que parecía estar buscando agua para regar su jardín. Llegado a un lugar, se detenía y comenzaba a cavar un pozo, plena de ilusión y expectativa en su rostro. Pero una vez había cavado hasta una profundidad de 4 codos, al no hallar vestigio de agua, abandonaba frustrada y triste el lugar, por lo que al instante daba varios pasos y elegía otro sitio para cavar. Tras unos pocos minutos, cavaba cuatro codos con la misma expectación pero como tampoco encontraba el agua de vida que necesitaba, abandonaba su búsqueda con la misma expresión de frustración y tristeza... La mujer elegía a continuación un tercer lugar y cavaba también a la misma profundidad y con el mismo entusiasmo, pero era en vano, tampoco hallaba el agua que buscaba. Al final, completamente disgustada se sentó a llorar por su suerte y maldecir el resultado de su vida... ¿qué puedo hacer? se decía...
De repente, sucedió que una brisa lumínica inspiró en ella las siguientes palabras:
Para encontrar el agua de vida,
deberás dedicar toda tu energía al gran manantial
y profundizar y profundizar de manera flexible,
hasta que despierte la conciencia integral.

Texto tomado del libro "Cuentos para aprender a aprender" José María Doria 


domingo, 27 de noviembre de 2011

El saco de plumas

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:
"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?",
a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas. 
Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", 
a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil.
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.
Sal a la calle y búscalas". 
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo:
"Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".
"Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón".

Creo que muchas veces deberíamos pensar las palabras antes de decirlas, pues hay algunas que son como puñales.


martes, 22 de noviembre de 2011

Canción del amor lejano

Ella no fue entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más, y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.


Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene mas reflejos.


Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez más sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.


Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en un cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.


Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre la llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.



Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.


Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor más hondo y largo...
Nunca fue mía. No era la más bella.
Otras me amaron más ... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.


José Ángel Buesa


martes, 15 de noviembre de 2011

¿No es verdad que a veces somos tímidos para expresar el amor que sentimos?
¿Puede ser que por no "avergonzar" a la otra persona o por no avergonzarnos a nosotros mismos dudamos en decir : "TE QUIERO".
Y tratamos de decirlo con otras frases como: "CUÍDATE"..."NO MANEJES RÁPIDO" "PÓRTATE BIEN"...
Acaso no son diferentes formas de decir "TE QUIERO, eres importante para mí"... o "Me importas, no quiero que estés mal?
A veces, en verdad, somos extraños: la única cosa que queremos decir, es la única cosa que no decimos. Y, muchas veces no lo comunicamos del todo y la otra persona se siente ignorada y no querida.
Por esto, debemos ESCUCHAR AL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen. Las palabras explícitas son necesarias, pero con frecuencia, la manera de decir las cosas es aún más importante.
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen: "TE AMO", aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice: "TE QUIERO".
El problema de escuchar al amor es que no siempre entendemos el lenguaje de amor que la otra persona está usando.
Lo cierto es que rara vez escuchamos; oímos las palabras, pero no escuchamos las  
acciones que acompañan esas palabras o en las expresiones del rostro.

Normalmente solo escuchamos el rechazo o el malentendido. No vemos el amor que está allí, debajo de la superficie aún cuando las palabras sean amargas.
"Si escuchamos atentamente, nos daremos cuenta que somos más amados de lo que pensamos".








Levantar el vuelo

Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola: 



"Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en el medio del pantano se había a acostumbrado a estar allí, comía gusanos del fango, y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre hasta que cierto día un ventarrón destruyó su guarida, el árbol podrido fue tragado por el cieno y él se dio cuenta de que iba a morir.

En un deseo repentino de salvarse comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te está obligando a levantar el vuelo o morir.


Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar alto y muy lejos del pantano."

Moraleja: No importan las dificultades, ni los problemas, siempre podremos levar el “vuelo”. Es importante comenzar y recomenzar hasta lograr la meta deseada

Fragmento del libro "Volar sobre el pantano" de Carlos Cuauhtémoc Sánchez



lunes, 14 de noviembre de 2011

Con el tiempo

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo te das cuenta que casarse sólo porque "ya me urge" es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamas volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día lloraras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirás mismas humillaciones o desprecios multiplicados.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen, ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo veras que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoraras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba..., ya no tiene ningún sentido.

Desafortunadamente. ..SÓLO CON EL TIEMPO... y como aún es tiempo... mandemos muchísimos saludos a todos... a los que ya no estamos juntos, por todos los momentos buenos y malos que nos tocó vivir.. y a los que ahora estamos unidos , pasando momentos geniales.. gracias por estar.

Recuerda estas palabras "EL HOMBRE SE HACE VIEJO MUY PRONTO Y SABIO MUY TARDE."

Justamente cuando ya no hay tiempo...



Y en esta entrada aprovecho para poner el cuadro de Dalí "La persistencia de la memoria"



Necesito de alguien

Necesito de alguien

Que me mire a los ojos cuando hablo.
Que escuche mis tristezas y neurosis con
paciencia y aun cuando no comprenda,
respete mis sentimientos.


Necesito de alguien
que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
Alguien lo suficientemente amigo para
decirme las verdades que no quiero oír, aun sabiendo
que puedo irritarme.


Por eso, en este mundo de indiferentes,
necesito de alguien que crea
en esa cosa misteriosa, desacreditada, casi imposible:
la amistad.


Que se obstine en ser leal, simple y justo.

Que no se vaya si algún día pierdo mi oro y
no pueda ser más la sensación de la fiesta.
Necesito de un amigo que reciba con gratitud
mi auxilio, mi mano extendida,
aun cuando eso sea muy poco para sus necesidades.

No pude elegir a quienes me trajeron al mundo,
pero puedo elegir a mi amigo.
En esta búsqueda empeño mi propia alma, pues con una
amistad verdadera, la vida se torna mas simple, mas
rica y más bella...


Charlie Chaplin


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Acuérdate



Cuando el cielo esté gris: acuérdate cuando lo viste profundamente azul. 
Cuando sientas frío: Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado. 
Cuando sufras una derrota: Acuérdate de tus triunfos y de tus logros. 
Cuando necesites amor: Revive tus experiencias de afecto y ternura.


Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría. 
Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes que has 


disfrutado y las risas que de ti han emanado. 
Si esto has tenido lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más.


Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez. Visualiza aquel atardecer que te emocionó. 
Revive esa caricia espontánea que se te dio. 
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.


Allá en tu mente están guardadas todas las imágenes. 
Y solo tú decides cuáles has de volver a mirar...
Y así, un día como cualquier otro, decidí triunfar.


Decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas. 
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar la solución. 
Decidí ver cada desierto, como la oportunidad de encontrar un oasis. 
Decidí ver cada noche, como un misterio a resolver. 
Decidí ver cada día, como una nueva oportunidad de ser feliz.


Aquel día descubrí que mi único rival, no eran más que mis propias debilidades.

Y que en ellas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder, y empecé a temer no ganar. 
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. 
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". 
Aprendí que de nada sirve ser luz, si no vas a iluminar el camino de los demás. 
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.


Por eso, desde aquel día, ya no duermo para descansar. 
Ahora duermo simplemente para soñar. 
No pierdas la esperanza, sobre todo, en los tiempos difíciles.


Desconozco el autor