viernes, 28 de octubre de 2011

Mirar hacia atrás

Mira hacia atrás
Estás viendo el camino recorrido? Entre caídas y tropiezos, subidas y descendidas, momentos buenos y malos, llegamos hasta aquí.
Vivimos historias que no pertenecen a nadie más. Guardamos en la memoria hechos que  máquina ninguna en el mundo conseguirá revelar: hacen parte de nuestros recuerdos, nuestros pasos y de la persona única que somos.
Pero, lamentablemente, tenemos el hábito de guardar cicatrices de lo que nos hizo infelices y mirar como un recuerdo distante y borrado lo que nos dio alegría. Es posible sentir de nuevo un gran dolor con gran intensidad, trayendo a la superficie las mismas emociones vividas, pero cómo es dificil sentir otra vez de la misma manera una felicidad que un día nos hizo vibrar!
El ideal sería invertir las situaciones. Guardar en la piel y en el alma cicatrices que nos hacen bien y recordar el mal sin mucha nitidez. Guardar de las personas el lado bueno, el bien que nos hicieron y lo que de bueno vivimos juntos. Tal vez debiera constar con más frecuencia las palabras "perdón" y "comprensión" en nuestro diccionario.
De cuando en cuando, digo, mira hacia atrás! Pero no te vuelvas completamente. Mira sólo lo suficiente para acordarte de tus lecciones para que estas te sirvan en el presente. No lamentes lo que quedó, lo que hiciste o dejó de hacer. Lo importante es lo que tu corazón carga.
Mira delante de ti! Hay ese velo encubriendo lo que vendrá, dejando entrever sólo lo que tus sueños permiten. Pero existe dentro de ti una sabiduría de alguien que desbravó algunos años de la historia. Existe dentro de ti una fuerza que te hace capaz!
El día llega insistente como las mareas del océano. A veces tranquilo, otras turbulento, pero presente, siempre. Vivo siempre. Cada noche dormida es una victoria, cada mañana, un nuevo desafío. Y nunca estarás sólo, aunque te sientas solitario. Todo tu pasado está grabado en ti, como grabadas están las personas que amaste.
Levanta ese velo poco a poco a cada amanecer; sin prisa, saboreando la vida como una aventura, ni siempre como un mar calmo y tranquilo, pero posible, muy posiblemente victoriosa. Contruye hoy tus marcas de mañana.

Leticia Thompson



4 comentarios:

  1. Muy cierto lo de que recordamos con más intensidad los momentos malos que los buenos, ojalá pudiera invertirse como tu entrada dice.

    ResponderEliminar
  2. ojalá! Pero muchas veces pienso que es un simple mecanismo de defensa para no caer en las garras de lo malo por pensar que es bueno, que fue bueno... Y sólo es eso, algo que FUE pero que ya no ES. Aunque yo soy partidaria de los recuerdos buenos, ojalá abundaran más en nuestra mente. Gracias por leerme ^_^

    ResponderEliminar
  3. Me encanta tu blog, felicidades,es precioso tanto lo que escribes como las imágenes que pones en él. Te creo un enlace en mi blog para que la gente te lo visite. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias!!!! Me alegra mucho que te guste :)Aún voy un poco perdida en esto pero voy haciendo lo que puedo.
    Te creo yo un enlace del tuyo en el mio. :)
    Otro abrazo para ti

    ResponderEliminar